Estamos inmersos en una revolución tecnológica y educativa que genera grandes cambios y obliga a actualizarse en forma permanente. Responsables de instituciones de enseñanza y docentes debieran mantenerse al día con las últimas tendencias para brindar a sus estudiantes la mejor formación posible.
La evolución tecnológica que experimentó la humanidad durante los últimos años, en el marco de la Cuarta Revolución Industrial, transformó las actividades productivas, el transporte, las comunicaciones y los procesos educativos.
En 2020, la pandemia le dio fuerte visibilidad al aporte que la innovación tiene sobre la sociedad, principalmente en épocas de crisis.
Sin los desarrollos tecnológicos actuales, la educación de millones de niños en todo el mundo hubiese sido imposible de concretar, frente a los sucesivos períodos de aislamiento voluntario y obligatorio que tuvieron lugar en la mayoría de los países.
Sin los desarrollos tecnológicos actuales, la educación de millones de niños en todo el mundo hubiese sido imposible de concretar en pandemia.
“Las tendencias en tecnología hacen cambiar al mundo en cuestión de muy poco tiempo. La sociedad del siglo XXI vive en continuo cambio, y con ella también el conocimiento”, explicó Marcelo Fraire, docente del curso online ‘Experto Universitario: Actualización en Tecnología Educativa’ que se imparte desde el Centro de e-Learning de la UTN.BA.
“La llamada sociedad del conocimiento implica cambios profundos que involucran nuevas demandas cognitivas y capacidades. Por ello, requiere nuevas formas de enseñar y aprender”, señaló el especialista, manifestando que los centros educativos deben estar atentos a este contexto, y tener en cuenta los diferentes ritmos y necesidades de cada estudiante, que requieren un abordaje desde las diferencias y la diversidad.
“Implementar tecnologías educativas en las nuevas relaciones de enseñar y aprender es un requisito casi obligatorio. Sin embargo, para lograrlo es necesario investigar, estudiar y estar al tanto de todas las actualizaciones que surgen en esta materia, por ejemplo, el lanzamiento de nuevas aplicaciones y otras herramientas digitales”, agregó.
Para Fraire, mientras las nuevas tecnologías educativas evolucionan, el e-learning va cambiando, atendiendo las nuevas necesidades de los usuarios y adaptándose a las demandas del mercado. En este sentido, advirtió sobre la necesidad de acrecentar las competencias digitales de los formadores del siglo XXI:
- Actitud abierta y crítica ante la sociedad de la información.
- Incorporación de Tecnologías para el Empoderamiento y la Participación.
- Predisposición hacia el aprendizaje continuo y la actualización permanente.
Veamos algunas innovaciones tecnológicas que hoy están potenciando los procesos educativos:
1) Adaptative Learning: el aprendizaje adaptativo es uno de los grandes retos de la educación de cara al futuro, ya que ofrece la posibilidad de adecuar el ritmo, los objetivos y contenidos formativos, en función de las múltiples inteligencias, capacidades y motivaciones de los alumnos.
2) Inteligencia artificial aplicada al e-learning: esta tecnología tiene el potencial de ayudar enormemente a los alumnos en las tareas diarias y mejorar la efectividad de los programas de formación. Además favorece al desarrollo de aprendizajes individualizados, y permite recopilar y analizar datos sobre los estudiantes para hacer seguimientos detallados de la evolución de cada persona, a fin de potenciar sus fortalezas y trabajar sobre sus debilidades.
El cerebro no está preparado para concentrarse durante muchas horas y aprendemos mejor cuando el contenido se entrega en pequeñas ráfagas.
3) Micro-Learning: el cerebro no está preparado para concentrarse durante muchas horas y aprendemos mejor cuando el contenido se entrega en pequeñas ráfagas y se espacia, aumentando la retención. Desde esta perspectiva, son cada vez más frecuentes las plataformas ‘Netflix Style’, que permiten acceder a las pastillas de conocimiento que cada persona necesita, en el momento de necesidad.
4) Realidad Virtual y Aumentada: muchos relacionan a la realidad extendida con el futuro de la educación online. Se trata de herramientas que permiten al alumno trasladarse a un espacio diferente para interactuar con todos los elementos que lo componen, o ampliar el entorno en el cual está trabajando. Así, el estudiante deja de ser un mero espectador del proceso de aprendizaje, para integrar un nuevo contexto con diferentes posibilidades para diseñar, crear y compartir conocimiento.
5) Gamificación: enseñar significa emocionar. La ludificación se erige como uno de los mecanismos más efectivos a la hora de provocar una mayor motivación en el alumno y ayudarle en su aprendizaje.
6) Aprendizaje social: se apoya fuertemente en el aprendizaje colaborativo, donde profesores y alumnos construyen juntos y recíprocamente conocimiento, prácticas y experiencias. La diversidad de enfoques alimenta la experiencia conjunta.
7) Aprendizaje Basado en Eventos (ABE): sustentado en una enseñanza horizontal, a partir de la presentación de experiencias propias y la implementación de pedagogía conectada. Propone un entorno para compartir ideas y proyectos, orientados a la mejora continua.