10 habilidades indispensables para asumir el primer trabajo como jefe

Analizamos las competencias y habilidades necesarias para desarrollar con éxito el rol de liderazgo para quienes transitan su primer trabajo como jefe, imprescindibles en tiempos de nueva normalidad y teletrabajo.

Frente a la dinámica actual de las organizaciones, los y las líderes empresariales se ven en la necesidad de ascender a los mejores técnicos, operarios, especialistas o asistentes a una posición de jefatura. Lo cual no implica que todos estén preparados para asumir ese nuevo rol, al no haber desarrollo suficientemente las denominadas soft skills (habilidades blandas) requeridas para este tipo de posiciones.

Desafíos que presenta el primer trabajo como jefe

Los retos que debe afrontar una persona que por primera vez se desempeña como jefe se ven hoy fuertemente potenciados por los cambios que en las formas de trabajar.

Más allá del nivel de preparación, siempre hay tiempo para adquirir las competencias y habilidades necesarias para asumir un rol de liderazgo.

A las inseguridades y temores tradicionales que implica tener por primera vez a otras personas a cargo, se suman las preocupaciones por tomar decisiones adecuadas para resguardar la salud de todos los subordinados, contener situaciones de crisis repentinas ante potenciales casos positivos y resolver contingencias diversas y muchas veces inesperadas.

Incluso, cuando el equipo que se debe coordinar se encuentra trabajando en forma remota se suma el reto de mantener los niveles de desempeño grupales e individuales, y mantener a todos los colaboradores motivados, para cumplir con los objetivos y resultados de negocio esperados.

Más allá del nivel de preparación que tenga cada persona para asumir una posición de liderazgo, siempre hay tiempo para adquirir las competencias y habilidades necesarias para asumir el nuevo rol.

Veamos algunas de las principales soft skills que debe desarrollar y potenciar una persona que asume un rol de jefatura o supervisión, con personas a cargo que están desempeñando sus responsabilidades en modalidad home office:

1. Tener coherencia profesional

No dejar de ser uno mismo o una misma parece una obviedad, sin embargo es una de las primeras premisas a tener en cuenta cuando se asumen posiciones de autoridad. En la medida que una persona sea coherente y respete los principios y valores que la acompañaron en su trayectoria laboral y personal previa, su gestión de liderazgo tendrá más posibilidades de ser exitosa.

De igual modo, es importante tener en cuenta qué tipo de líder se quiere ser. En este sentido, la clave pasa por ser auténtico o auténtica, implantar una huella personal, establecer valores y desarrollar la propia marca.

2. Incorporar sentido común

Esto aplica a todas las decisiones que se tomen. En tiempos caracterizados por un exceso de información, recomendaciones, regulaciones y normativas, es importante poder determinar cuál es la solución ideal para cada problema y reaccionar en consecuencia.

3. Liderar desde el comportamiento

Los jefes son observados continuamente en relación a sus decisiones, acciones y el temperamento que asumen frente a diferentes situaciones. Cumplir con lo que se le pide a los equipos es uno de los primeros mandamientos que debe observarse.

Reconocer el éxito y motivar a los equipos es una de las principales características de los líderes positivos.

4. Facilitar procesos dinámicos de comunicación

El trabajo remoto complica las posibilidades de coordinación cuando los empleados y colaboradores externos se encuentran dispersos geográficamente.

Para lograr procesos ágiles y dinámicos, y mantener cohesionados y motivados a los equipos, es importante que el o la líder establezca mecanismos para mantener comunicados entre sí a todos sus integrantes, disponiendo de las tecnologías necesarias. A su vez, es central que un/a jefe/a o supervisor/a tenga la capacidad de trasmitir claramente directivas e indicaciones, y sepa efectuar requerimientos.

5. Desarrollar capacidades de contención emocional

Ante la amenaza del Covid-19, y las situaciones de ansiedad y depresión que puede generar el aislamiento, es importante que los y las líderes faciliten a sus colaboradores el acceso a los servicios de asistencia psicológica que tenga disponibles la empresa, a charlas periódicas con los médicos corporativos o los responsables de seguridad e higiene, e incluso a clases de gimnasia o yoga a distancia. Es central estar atentos a lo que está ocurriendo periódicamente con cada uno de los colaboradores.

6. Tener capacidad de autocrítica

El tránsito hacia el liderazgo efectivo, implica aprender a escuchar críticas y reconocer los errores.

7. Identificar el talento dentro del equipo

Saber a quiénes recurrir para resolver problemáticas o proyectos puntuales que surjan durante el desarrollo de la gestión, de acuerdo a las competencias de cada persona, es una habilidad de alto valor agregado, que se complementa con la capacidad de recurrir a otros líderes de la empresa para poder recibir consejo y orientación.

8. Detectar alarmas de forma temprana

Aprender a ‘escuchar’ los indicadores negativos del negocio antes que sean evidentes y saber bajar cada problemática a sus colaboradores para lograr soluciones, es otra de las habilidades a desarrollar.

9. Reconocer el éxito y motivar a los equipos

Esta es una de las principales características de los líderes positivos. Celebrar logros grupales e individuales fortalece los vínculos laborales, fomenta el compromiso y mantiene el foco en los objetivos.

10. Adaptarse a las transformaciones

La capacidad de reconversión, adecuación y resiliencia, permitirá conducir a los colaboradores a través de los cambios impuestos por la nueva normalidad.

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