La irrupción de la pandemia de Covid 19 llevó a empresas de todos los sectores a reconsiderar sus protocolos de seguridad e higiene y a incorporar nuevas medidas de prevención para garantizar la salud de sus empleados.
La pandemia del 2020 generó una crisis que no estaba prevista en ningún plan de contingencia, y su enorme impacto en los procesos de producción, comercialización y distribución de bienes y servicios obligó a replantear espacios, modalidades de trabajo y protocolos de seguridad e higiene en todos los ámbitos laborales.
En la primera línea de fuego, las industrias consideradas esenciales debieron, en apenas un par de semanas:
- tomar experiencias desarrolladas por fábricas de Asia y Europa (solo algunas semanas antes);
- consultar a especialistas para comprender la dimensión de la amenaza que suponía el coronavirus;
- concientizar en pocos días a sus trabajadores;
- acondicionar espacios físicos a la nueva realidad;
- modificar los procesos productivos, espaciando turnos y segregando grupos;
- realizar fuertes inversiones en elementos de protección personal;
- preparar planes de contingencia para anticiparse a la detección de casos positivos.
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Protocolos de seguridad e higiene indispensables en la “nueva normalidad”
Apremiados por la urgencia que la nueva realidad requirió, en pocas semanas las industrias y empresas debieron tomar diferentes medidas en muy pocas semanas.
Estos nuevos protocolos de seguridad e higiene se sumaron a los existentes, y fueron los que posibilitaron que se pudieran recomenzar las operaciones apenas la urgencia inicial cesó. Estas son cinco de las estrategias más utilizadas y efectivas.
1) Acciones de prevención
Una de las claves para evitar contagios laborales es contar con la capacidad para detectar potenciales infectados antes de que ingresen a sus lugares de trabajo. Más allá del aporte que realiza en este sentido la aplicación CUIDAR, que habilita los permisos para circular exigiendo un reporte del estado de salud personal cada 48 horas, las empresas establecieron diversos mecanismos:
- Toma de temperatura diaria en el hogar y reporte de estado de salud, para obtener el permiso de ingreso a las instalaciones de cada compañía. Sin ese examen previo y la correspondiente autorización, el transporte corporativo no pasa a buscar a la persona por su domicilio, y en el caso de quienes pueden utilizar el transporte público, se evita el riesgo de que estén circulando enfermos.
- Chequeo de temperatura al ingresar al lugar de trabajo. Si un trabajador tiene más de 37,3 o 37,5 grados –según cada empresa- no ingresa.
- Cabinas sanitizantes: los empleados tienen que pasar por ellas para desinfectarse antes de ingresar.
- Readecuación de los espacios: se redistribuyó la ubicación de cada empleado para guardar la distancia de seguridad de dos metros; se marcan senderos de tránsito, se señalan en qué sillas se puede sentar una persona en el comedor (lo mismo ocurre en los asientos de los transportes de empleados), y en muchas fábricas se clausuraron los vestuarios.
- Se segregan equipos para que en caso de contagio se pueda aislar a un grupo reducido de trabajadores sin comprometer la continuidad de la operación.
- Se definió un lapso de tiempo entre el egreso e ingreso de turnos, para evitar que los trabajadores tengan contacto físico.
- Se reemplazaron picaportes por puertas automatizadas para suprimir puntos de contacto fluidos.
- Se suprimió el uso de papel en la mayor medida de lo posible. En las oficinas se establecieron salas para la descontaminación de documentación física, algunas de las cuales cuentan con dispositivos de rayos ultravioletas.
- Se crearon sectores para aislar casos sospechosos.
- Se creó en muchas organizaciones un área de supervisión Covid-19 para controlar del cumplimiento de las medidas de prevención.
Los nuevos protocolos de seguridad e higiene necesarios abrieron un campo de oportunidad laboral importante para profesionales formados en Seguridad e Higiene.
2) Elementos de protección
Se entrega al personal tapabocas, guantes, barbijos y/o pantallas faciales. En algunos casos, de acuerdo a las tareas que se desempeñan, también mamelucos. En la mayoría de las empresas se están instalando dispensadores de alcohol con dispositivos que evitan que los empleados tengan que tocarlos para obtener el líquido sanitizante.
3) Habilidades blandas específicas
Desde las compañías se está trabajando en el desarrollo de soft skills que permitan gestionar de forma eficiente el riesgo, teniendo en cuenta que además de la existencia de protocolos y medidas físicas de seguridad, es importante que desde las posiciones de liderazgo se trasmita tranquilidad, seguridad y control:
- Es importante desarrollar procesos de comunicación efectivos, que permitan a los trabajadores entender lo que está ocurriendo y comprender las medidas que implementa la empresa para garantizar su seguridad. Gran parte de las acciones de prevención que se están tomando son invasivas, y es necesario que las personas se sientan lo más cómodas posible -dentro de las circunstancias imperantes-, teniendo en cuenta que no todos reaccionarán de la misma manera.
- Los líderes y los responsables del área de seguridad e higiene deben dar el ejemplo en forma permanente. Los trabajadores los están mirando y la seguridad basada en comportamientos es esencial para que la gente crea lo que se les está diciendo. Un liderazgo efectivo en los tiempos actuales implica que si un directivo indica que se deben utilizar barbijos o cumplir con una serie de procedimientos para ingresar al establecimiento, él también se someta a ese proceso y a la vista de todos.
- Gestión de situaciones de conflicto. En el desarrollo cotidiano de la operación de cualquier empresa pueden surgir situaciones, que requerirán de un buen manejo de crisis para no derivar en situaciones de pánico o reacciones imprevisibles, cuando se produzcan:
- Situaciones de casos sospechosos dentro de una fábrica u oficina, que ameriten aislamiento preventivo inmediato y activación del protocolo médico.
- Los primeros casos de contagio confirmados de Covid-19 entre los trabajadores.
- Episodios de ansiedad frente al temor que puede provocar estar todos juntos en un mismo espacio.
- Pequeños acontecimientos que hoy tienen gran repercusión, como por ejemplo cuando alguien tosa o estornude.
4) Capacitación
Para la incorporación de protocolos de higiene y seguridad por parte de todos los trabajadores y para favorecer la adquisición de soft skills.
Una de las claves para evitar contagios laborales es contar con la capacidad para detectar potenciales infectados antes de que ingresen a sus lugares de trabajo.
5) Teletrabajo: una barrera de protección efectiva
Un relevamiento realizado por Apex America mostró que un 93% de las empresas logró mantener o mejorar sus resultados con el teletrabajo, por lo que el 47% sostendrá esta modalidad, mientras que el 42% aún no descarta seguir practicándola. Este tipo de indicadores, sumado a la eficaz acción de protección que produce el trabajo remoto, llevará a la mayoría de las empresas a mantener esta modalidad a largo plazo, al menos para aquellas áreas corporativas que no requieran de la presencialidad para desarrollar sus tareas.
Para adaptarse a las nuevas exigencias de un escenario riesgoso, complejo, dinámico y altamente cambiante, los profesionales de Seguridad e Higiene se enfrentan al desafío de capacitarse adecuadamente para poder cumplir con sus responsabilidades de forma efectiva.
Por otra parte, se abre un campo de oportunidad laboral importante para profesionales capaces de aplicar técnicas modernas de seguridad e higiene, teniendo en cuenta aspectos sociales, económicos, políticos y legales del cuidado del medio ambiente.
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