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Teletrabajo: 4 recomendaciones para la coordinación de equipos

por admin
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La flexibilidad laboral y la transformación digital llegaron para quedarse. Establecer mecanismos para establecer dinámicas de trabajo a distancia efectivas permite que las organizaciones sean más competitivas.

Desde el inicio de la pandemia la modalidad de trabajo remoto fue adoptada por industrias, empresas de servicios, administración pública e instituciones educativas. Incluso, el teletrabajo podría extenderse varios meses luego de la finalización de la cuarentena, en relación a actividades corporativas que puedan desarrollarse a distancia, como administración, compras, ingeniería y programación.

El home office está generando buenos resultados en las organizaciones frente al aislamiento obligatorio y la necesidad de respetar el distanciamiento social. Lo interesante es que también obtuvo la aceptación de trabajadores y profesionales.

Una encuesta desarrollada por Mercer y Whalecom reveló que el 82% de los empleados elegirían el home office si pudieran escoger la forma de trabajar. Mientras que el 63% contestó que se siente más eficiente desempeñándose en esa modalidad.

El teletrabajo llegó para quedarse. Por ello, compartimos recomendaciones vinculadas a los desafíos que tienen y tendrán las organizaciones, en términos de coordinación de equipos:

82% de los empleados elegirían el home office si pudieran escoger la forma de trabajar.

1. Definir protocolos. Las organizaciones deben establecer un marco de trabajo que permita lograr los niveles de desempeño esperados y cumplir con sus objetivos. Entre las pautas más comunes se destacan las reuniones diarias para establecer estrategias y planes de acción, fijar agendas y establecer una rutina buscando reproducir los horarios normales de trabajo.

También es importante generar un cronograma de actividades detallado, estableciendo prioridades y flujos de trabajo, y fijando criterios de productividad. Uno de los riesgos a evitar es el desarrollo de jornadas ‘eternas’ de trabajo, preservando la vida familiar y los momentos de descanso de los colaboradores.

Durante los primeros días de la cuarentena algunas organizaciones quedaron inmersas en dinámicas laborales de 12 a 15 horas diarias. El impacto se sintió en el rendimiento de las personas y rápidamente comenzaron a establecerse protocolos de trabajo acordes a lo que ocurría normalmente en las oficinas.

2. Reducir distancias. Uno de los principales desafíos que tienen por delante las empresas es mantener la motivación de los equipos de trabajo dispersos.

Del informe elaborado por Mercer y Whalecom surge la necesidad de hacer un buen seguimiento, encontrar el modo de liderar en forma remota, generar cercanía con una comunicación constante, ser más ágiles y transmitir tranquilidad.

Las organizaciones deben establecer un marco de trabajo que permita lograr los niveles de desempeño esperados y cumplir con sus objetivos.

Teniendo en cuenta que hay habilidades y aspectos de gestión del liderazgo que están reconfigurándose, el 70% de los consultados considera que la nueva forma de conexión entre líder y equipo genera un impacto positivo en la motivación y el sentido de pertenencia.

3. Desarrollar soft skills. El 49% de las personas que participaron de la medición efectuada por Mercer y Whalecom manifestó que para trabajar en este nuevo contexto necesitó desarrollar al menos una nueva habilidad. Entre las mencionadas prevalecen: organización y planificación de los tiempos, comunicación, habilidades digitales, paciencia, resiliencia y contención.

Las organizaciones deberán desarrollar programas de capacitación para fomentar el desarrollo de este tipo de competencias en sus colaboradores.

El Centro de e-Learning de la UTN.BA ofrece cursos para la mejora de desempeño, que resultarán de mucha utilidad para el desarrollo de las principales soft skills requeridas por las nuevas dinámicas laborales.

4. Disponibilidad tecnológica. Es sumamente importante que las organizaciones tomen conocimiento de los dispositivos con los que cuenta cada colaborador para realizar sus tareas y acercarles aquellas herramientas que sean necesarias para su trabajo.

De igual modo, unificar criterios en relación a cuáles serán las vías de comunicación, garantizando que todos puedan tener acceso a las mismas y brindando el soporte técnico necesario.

Gran parte del éxito en la coordinación de equipos es que todos estén en la misma página tecnológica, para asegurar flujos de trabajo eficientes y una buena comunicación.

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