Si bien la educación a distancia puede ser un problema para quienes no están acostumbrados a ella, con esta serie de TIPS verán esta modalidad con otros ojos.
Durante los últimos años la educación a distancia fue ganando terreno como un método alternativo de formación académica. Sin embargo, con la expansión del coronavirus en el mundo se convirtió en la verdadera protagonista. Es que desde que la mayoría de los países decidieron suspender las clases en todos los niveles, tanto chicos como adultos debieron acomodar sus rutinas y aprender a estudiar sin tener al profesor delante.
Para muchos docentes fue una sorpresa encontrarse con que de repente debían dictar clases online. Y más aún lo fue para los estudiantes, ya que en verdad sus cursos o carreras no habían sido creadas para trabajar bajo esta modalidad. Al no estar pensadas didácticamente como los verdaderos contenidos e-Learning (que sí cuentan con una estructura adaptada) muchos no saben por dónde empezar. ¡Pero no hay que alarmarse! Por suerte, con esta serie de tips y consejos, estudiar desde la casa no será un problema.
Primero que nada hay que comenzar por verle el lado positivo a la situación y pensar que por algo la modalidad e-Learning suele ser elegida por una gran cantidad de personas anualmente. ¿El motivo? Son muchos, pero podemos mencionar algunos de ellos. Algo que suele ser muy atractivo es el hecho de que se puede establecer el ritmo propio a la hora de estudiar. Usualmente uno puede elegir cuándo comenzará a leer sin tener que andar a contrareloj para cumplir con los horarios establecidos.
Para quienes estaban acostumbrados a cursar de manera presencial, este cambio puede significar un cimbronazo. ¡Aunque no hay que alarmarse! Por suerte, con esta serie de tips y consejos, estudiar desde la casa no será un problema.
Otro beneficio es el hecho de poder pararse, caminar, leer en voz alta y poner música a su gusto. Para quienes suelen ser inquietos o se aburren con facilidad, esta modalidad puede convertirse en su favorita. Pero hay más: la comodidad que se tiene dentro de su casa no se consigue fácilmente en el exterior. Por eso el usar ropa de algodón, darse el lujo de estar un poco despeinado o hasta comer y tomar café mientras se estudia, es muy valorado.
Una vez que se hayan considerado todos estos puntos a favor ya se estará listo para comenzar a estudiar. Pero ¿por dónde empezar?
El consejo número uno es encontrar el lugar ideal para llevar a cabo las clases o las tareas. Este puede ser un estudio, una biblioteca o una habitación de la casa poco concurrida. Si bien no siempre es fácil conseguir silencio cuando se convive con otras personas, no hay que desesperarse sino buscar un rincón propio que permita la concentración. Recomendación: la cama NO es un sitio de estudio. Lo mejor es tener una mesa y una silla para no caer en la tentación de dormir o distraerse, y buena luz.
Una rutina es más que importante. Tener horarios diarios los más similares posibles entre sí hará que el cuerpo no sienta un cambio drástico. Si se tiene clases mediante videollamada este punto no le será relevante, pero para quienes tienen una educación más flexible es necesario crear rutinas. Si a alguno no le gusta estar mucho tiempo sentado, una variable puede ser tener no uno, sino dos horarios determinados para el estudio. Por ejemplo, de 9 a 11 de la mañana y de 15 a 17 por la tarde. Lo importante es tener constancia y dedicarle por lo menos una hora diaria.
También hay que tener todos los elementos a mano. Generalmente las clases se llevarán a cabo mediante Internet, por eso es de vital importancia contar con una computadora y un router de buena conexión. Además, es bueno tener al alcance un cuaderno para tomar apuntes, varias lapiceras, marcadores, y todo lo que le sea útil.
Otro tip muy valioso es intentar dejar atrás todas las distracciones posibles. Usualmente las Apps como Instagram, Facebook, Twitter y hasta páginas de compras o de juegos en línea hacen que uno quiera pasar horas allí metido en vez de estar estudiando. En este caso una opción puede ser silenciar las notificaciones o silenciar todo el teléfono. Pero si esto no termina de convencer, otra alternativa será permitirse recreos. De esta manera sabrá que en medio del estudio contará con diez o quince minutos para chequear sus mensajes, mirar sus redes sociales, y luego regresar bien concentrado a lo importante.
El último, pero no menos importante: Mantener contacto con los profesores y otros alumnos. Si bien esto suele ser más sencillo en un aula real, la modalidad e-Learning no tiene por qué ser un impedimento para acercarte a tus pares o docentes. Se pueden crear grupos de WhatsApp, hacer videoconferencias semanalmente para debatir sobre los temas dados y hasta compartir los apuntes.
Tener que pasar esta etapa desde casa, aprendiendo a movernos en el mundo virtual no tiene que ser visto como algo malo. Al contrario, puede gustar tanto que una vez que finalice la cuarentena obligatoria, estudiar online se convierta en nuestra primera opción para el futuro.
“Aprende de ayer, vive para hoy, ten esperanza en el mañana. Lo importante es no dejar de cuestionar. La curiosidad tiene sus propios motivos para existir” (Albert Einstein).
1 comentario
Muy buena iniciativa!